Yendo a buscar el frío, encontrar el calor

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En noviembre empecé a ir a correr a las seis y cuarto de la mañana. Dos días a la semana. Antes ya corría por mi cuenta. Lo distinto ahora es que lo hago con otras personas. No sé si hubiera salido tan temprano de no ser por la energía que me contagia este grupo. Hace una semana nos tocó correr a 2 grados. Frío-frío.

Aún es pronto pero he notado un cambio. No descubro “la pólvora” aunque es un cambio que hace de correr  algo más gozoso para mí:

El disfrute de la intimidad

En lugar de “concentrarme” en el resultado u objetivo que quiero lograr corriendo (el objetivo o “output”: correr en febrero la media maratón de no sé dónde), mi única tarea es dedicar más atención a la cualidad de mi energía antes de salir a correr. Ir sintiendo el “input” que imprimo a los momentos antes de salir a correr: despertarme, vestirme, caminar hasta el punto de encuentro,… y sentir la energía que siento, momento a momento, mientras corro.

Más que datos, corro sin reloj, son sensaciones, “warm data”. Cuando más disfruto es cuando no “imprimo” energía sino cuando la siento, cuando la recibo. Por eso es íntimo. Lo siento como información nueva que entra a mi sistema.

Que una persona lleve los tiempos con el reloj facilita mucho las cosas, todo hay que decirlo. En cualquier caso, correr resulta ahora una experiencia más “íntima”, más placentera.

Apoyarme en el grupo para hacer algo que me gusta pero me cuesta

Madrugar cuesta. Tiene que ser así. Si fuera al revés, veríamos un montón de gente corriendo de madrugada y no es así.

A mí me gusta correr pero como me cuesta madrugar decidí, y me costó hacerlo, salir a entrenar en grupo.

Hay un entrenador que diseña las sesiones y eso facilita mucho la vida, hay que decirlo.

Después de llevar un tiempo corriendo en grupo me he dado cuenta de que además de placentero (dopamina a tope) estoy creando nuevas conexiones con otras personas (oxitocina). Y eso no solo es bueno para el cuerpo sino también para la salud. Salud con mayúsculas.

Es como que hubiese encontrado mi forma de ir “en busca del frío” (entrenar) y salir de mi zona de comodidad (correr a piñón, siempre la misma distancia) yendo a hacia el calorcito. El calorcito que te regala el grupo, el equipo.

Hace unos días conectaba esto con el por qué me dedico a impartir formación y talleres en empresas.

Me entusiasma cuando veo a una persona en una formación darse cuenta de “si no lo hago tan mal”. O cuando alguien se inspira y se atreve a hacer algo distinto, o fuera de su estilo de comunicación o relación, viendo y copiando cómo hacen otras personas o compañeros de trabajo.

No sé si hay algo que quieres empezar a practicar. Quizá lo estás pensando.

Puede que no sea la necesidad de hacer nada nuevo sino de hacer lo de siempre de forma distinta: salir a correr con otras personas, apuntarte a un entrenamiento de fuerza para prevenir lesiones, dejar de entrenar con tanta intensidad y estirar más…

No tiene por qué ser un gran cambio.

De hecho mejor si no lo es, así te puedes centrar más en aprender que en tratar de “eficientar”.

Hablando de entrenar, me gustaría anunciarte que en enero vuelven dos de mis talleres en abierto:

Estos talleres para mejorar habilidades de comunicación también los ofrezco en formato “in-company”. Para equipos de empresas y organizaciones que quieren mejorar su forma de comunicar tecnologías, activos o propuestas de valor técnicas, nuevas o diferentes.

Pero bueno, ya vale de hablar de mi libro. Quería recordarte que aquí sigo al pie del cañón.

Desearte un feliz y próspero año 2024. Próspero de verdad. Para ti y todos tus seres queridos.

 

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2 respuestas para “Yendo a buscar el frío, encontrar el calor”

  1. Itziar -

    ¡Qué bueno volver a leerte, Álvaro! Madrugar para ejercitarse sienta tan bien… espero poder coincidir contigo en algún otro taller. Un beso y Feliz 2024 lleno de energía de la buena.

    Responder
    • filmatu -

      ¡Itziar! Qué alegría leerte después de tanto tiempo. Gracias por pasarte y comentar. Muchos parabienes para tu 2024, ojalá coincidamos.

      La de cosas bonitas que has lanzado, ole tú! Acabo de verlo en tu web. Me anoto tu libro “la narradora loca”. Tiene pintón.

      Besote.

      Responder

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